Se cuenta que en tiempos de la revolución un sacerdote estaba dando misa en su capilla, cuando de pronto llegaron los soldados dando fin a la vida de todos y prendiéndole fuego .
Dicen que exactamente a las 12 de la noche el sacerdote sale de la tumba y va a la iglesia a la espera de alguien para dar la santa misa.
Cuenta la leyenda, que aquel se atreva a entrar a la capilla a esa hora, escuche la misa sin abrir los ojos y sin ver al sacerdote ; obtendrá como premio un gran tesoro y el alma del sacerdote encontrará el descanso eterno.
Un día, un hombre , del cual se desconoce el nombre, entró a la capilla con la intención de calmar los lamentos del cura y demostrarle a sus vecinos que era fuerte y que no temía ante nada
Antes de entrar cerro los ojos y las 12 de la noche, como era de esperar, el padre salió de la catacumba . De repente empezó a surgir un olor casi imposible de aguantar, parecido al azufre, pero solo agachó la cara. Se dedicó a oír la misa apretando fuertemente los ojos, pero ya casi al final de la misa, la curiosidad ganó y los abrió.
Lanzo un grito, seguidamente se oyó un estrepitoso ruido y abrió muy fuerte los ojos. A la mañana siguiente lo encontraron con los ojos abiertos y sus facciones deformadas. Su cuerpo estaba calcinandose poco a poco.
Cuentan que murió de un paro cardíaco ya que al abrir los ojos vio al sacerdote envuelto en llamas. Hasta hoy nadie ha conseguido darle a su alma eterno descanso.
Leyenda del sacerdote en llamas. (Urbana)