Existe una leyenda popular tinerfeña que cuenta la triste historia de un amor eterno. Los protagonistas son princesa de Agulo (La Gomera), princesa del agua y el hijo del Mencey de Adeje (Tenerife), llamado Jonay, príncipe del fuego. En esta isla, había unos chorros que podían predecir si los jóvenes encontrarían el amor o no, los (chorros de Epina). Si el agua se mantenía tranquila, indicaba que sí lo hallaría. Si el agua se enturbiaba, era signo de desamor. Entonces, Gara y más jóvenes gomeras decidieron saber si hallarían el amor en las fiestas que se celebraban en la isla. Sus aguas eran consideradas mágicas por ser capaces de anunciar acontecimientos venideros.
Cuando la princesa miró su reflejo en el agua, un deslumbrante sol sustituyó su bello rostro. El sabio que estaba en el lugar interpreto esto como digno de que algo grave ocurriría y aconsejó a la joven de que “se alejara del fuego”.
Meses mas tarde , en las fiestas de Gara se encontró con el apuesto Jonay, nada mas verse se enamoraron perdidamente el uno del otro. Estuvieron a punto de hacer publico su amor, cuando el volcán Echeide (El Teide) empezó a escupir lava y fuego. Entonces, una amiga de Gara, que había ido con ella a los chorros, fue en busca de los padres de Gara y les contó lo que había pasado. Entonces, los padres de Jonay y de Gara les prohibieron estar juntos. Este hecho ayudó a que el volcán se calmara.
Pero el amor que les unía pudo más que las advertencias de Echeyde, y una noche , Jonay con dos vejigas de animal infladas a modo de flotador , se tiro al mar y nadó de una isla a otra para ver a su amada.
Ya juntos, escaparon y se refugiaron en el bosque “El Cedro”, donde pudieron consumar su amor. Pero el padre de Gara, ciego de ira, reunio a un grupo de hombres y los buscó hasta encontrarlos en el bosque. Cuando llegaron estaban consumando su amor y viendo que el padre de Gara acabaria con la vida de Jonay y que nuevamente serian separados , ahora si para siempre, los jóvenes amantes tomaron una rápida decisión : no iban a separarse nuevamente .
Treparon hasta la cima mas alta, sintiéndose amenazados por los hombres que los perseguían.Cogieron una fina y afilada vara de cedro que atraveso sus corazones estaban mirándose el uno al otro, frente a frente y en sus ojos se podia atisbar una ultima promesa de amor eterno. Desde aquel día permacen unidos por toda la eternidad…
Desde entonces esa montaña de laurisilva se llama Garajonay, y actualmente es un parque nacional.
La leyenda de Gara y Jonay. (Versión Tinerfeña)