Su tamaño rondaba el de los cuatro dedos de una persona. Se colocaba encima de un mango y se usaba para reducir a tiras la carne de la víctima y extraerla de los huesos en cualquier parte del cuerpo: cara, abdomen, espalda, extremidades, senos…. Todas unas cosquillas. Garras de gato de una colección privada de Nuremberg. Usados en Europa, 1600-1800. El grabado representa un detalle de una ilustración de Agustín Calmet.
Garras de gato o Cosquilleador español