Mientras vivía en Inglaterra, Carissa Glenn de 18 años de edad, empezó a experimentar una extraña presencia fantasmal en su departamento en Cornwall. Este presentimiento fue confirmado, cuando se enteró que el inquilino anterior se había suicidado en su habitación.
Carissa tenía antecedentes de sonambulismo y problemas de sueño. Esto era problemático porque no dejaba de soñar ahorcándose desde que se mudó. Lamentablemente, después de una noche de beber, Carissa se acostó y nunca despertó. Ella fue encontrada colgando de las vigas con su bufanda.
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Carissa Glenn